Rebirthing: “Guión de Nacimiento” y “Mentira Personal”

Un artículo muy interesante de Javier de Domingo

Javier de Domingo, excelente psicólogo y renacedor en Madrid (javierdedomingo@gmail.com), me envió hace un tiempo un artículo muy claro e interesante sobre el  “Guión de Nacimiento” y la “Mentira Personal”. Con su permiso lo comparto, pues me parece que da una visión muy amplia y clara sobre estos aspectos que se trabajan en Rebirthing.

 

Y es que la respiración es básica par todo crecimiento personal, eso es lo que me gusta tanto de Rebirthing. Por eso doy sesiones y ofrezco la Formación de Rebirthing-Renacimiento. 

Rebirthing: “Guión de Nacimiento” y “Mentira Personal”

 

 

Oiga, yo solo quiero ser más feliz”.

 

Sí, efectivamente, todos queremos ser más felices y eso es lo que quieren los pacientes. Unos vienen porque están tristes, otros porque están enfadados y en general todos porque tienen miedo, ya sea de la tristeza, la ira o de cualquier situación acechante que vulnere su zona de confort.

 

La pregunta entonces es: ¿de dónde vienen estas emociones que nos impiden ser felices?

 

Desde la psicología clásica estudiamos los precedentes, ¿cuál fue ese primer episodio?, ¿cuál fue el detonante del trauma? Claro, en la mayoría de enfoques trabajamos con la fuente y esa es, la memoria del paciente. El problema de la memoria tal y como la entendemos es que su aparición está supeditada a la aparición del lenguaje y este empieza a desarrollarse sobre los dos años.  Si preguntas a cualquier persona sobre sus recuerdos más antiguos poca gente es capaz de decirte uno solo anterior a los cinco años y en gran parte es un único recuerdo o dos y a veces reconstruido por historias o fotos.

 

Entonces, sobre esos precedentes ¿cuáles son los más fiables? ¿Tienen mayor validez los auténticos primeros traumas o aquellos de los que recibimos información del paciente? Y ¿Cuál es el primer trauma de todos, el definitivo, el origen del cual se derivan el resto de experiencias de la vida?: El Trauma del Nacimiento.

 

 

 

Por muy duro que sea vivir un accidente, un fallecimiento, una enfermedad, abuso, humillación, o cualquier otro, no existe mayor trauma para el ser humano que el de su nacimiento.

 

Nuestra mente racional, cartesiana y académica suele descartar este hecho principalmente por incómodo pero sobretodo por ignorancia. Es más sencillo y racional hablar de las cosas que vemos, que son observables, medibles y cuantificables y claro, ¿cómo podemos extraer información fiable sobre el parto?

 

Sin embargo, si tomamos este hecho como cierto y pudiésemos de algún modo acceder a esa información, podríamos esclarecer el hecho más significativo y determinante de nuestras vidas.

 

Todo álbum de fotos está incompleto sin las primeras impresiones y nuestra historia se fragmenta si empezamos a contarla desde el capítulo dos.

 

Sería realmente fascinante llegar a unos datos que no solo tenemos el derecho a conocer sino toda nuestra responsabilidad, porque somos, hoy día, una consecuencia de esa primera parte de nuestras vidas.

 

Omitir esta información por irrelevante por carecer de recuerdos en el sentido clásico es un ejercicio de miopía consciente fruto de mentes acostumbradas a vivir en lo fácil.

 

Es obvio que hay una laguna de información. Ah, pero contamos con una cámara poco convencional pero no por ello menos efectiva: la combinación de nuestra mente apuntalada con la increíble fuente de información que pueden ser nuestras emociones. No nos limitemos por miedo a lo desconocido.

 

El Rebirthing plantea una línea de trabajo que trata de precisamente eso: revisitar y sanar nuestro Guión de Nacimiento.

 

El Guión de Nacimiento es el periodo que engloba desde poco antes de nacer hasta el post parto. Concretamente engloba los siguientes momentos:

 

  1. Pre-Concepción: ¿Qué ocurría en nuestro entorno justo antes de ser concebidos? Son los condicionantes políticos, religiosos, sociales o culturales que pudieron marcar el porqué, el cómo y cuándo fue la concepción. Definir “el entorno” es importante y puede haber información relevante que conviene trabajar con el paciente.
  2. Concepción: ¿Qué ocurría mientras éramos concebidos? ¿Papá y mamá se amaban en el momento?, ¿Cómo fue el momento exacto de la concepción?, ¿para calmar una ira…, miedo… tristeza? ¿Dónde y cómo ocurrió? ¿Condicionantes políticos, religiosos, sociales, culturales? ¿Había amor? ¿Manipulación? ¿Abuso? ¿Evasión? ¿Fue buscado, deseado, accidental? ¿Dificultades en la fertilización? No es lo mismo nacer de un acto de amor consciente que de una violación, o de una relación ocasional que desembocó en matrimonio forzoso o abandono del padre.
  3. Gestación: ¿Cómo fue el embarazo? ¿se adelantó, retrasó, hubieron sangrados, preocupaciones médicas, familiares, relacionales, laborales o económicas? ¿Cuáles fueron los apoyos? ¿fumaba, bebía, se medicaba o se hinchaba a dulces la madre? ¿Cuáles fueron las primeras adicciones de ese bebé que vinieron de su fusión con ella? ¿Qué pruebas se hizo? ¿Cuáles fueron los miedos, iras o tristezas compartidas e interiorizadas por ese feto? ¿Hubo un gemelo que se perdió generando la culpa del superviviente? ¿era del sexo adecuado según los padres?
  4. Parto: ¿Cómo fue el trabajo de parto? ¿natural, respetado, inducido, transversal, de nalgas, con placenta previa? ¿hubo cesárea, fórceps, ventosa, vueltas de cordón, parto gemelar o maniobra de Kristeller? ¿Cuáles fueron las intervenciones? ¿inyección de vitamina K, frotamiento del cuerpo, corte rápido del cordón? ¿Separación o apego inmediato? Es clave establecer los parámetros de cómo fue el parto, quienes estuvieron presentes y qué ocurrió exactamente.
  5. Puerperio: La duración de este periodo es más flexible y no comprende un límite claramente definido. Implica todo lo relevante posterior al parto que haya podido afectar al futuro psiquismo del bebé: nutrición física y emocional, la lactancia, los apoyos familiares, vinculación y apegos, higiene, rituales religiosos, sociales o culturales.

 

En suma ¿qué es el guión de nacimiento?, es nuestro origen, el comienzo de todo, el precedente de todos los precedentes. Es lo que explica quienes somos hoy, quienes hemos sido hasta ahora y el por qué de las decisiones que hemos tomado, las buenas, las menos buenas, todas.

 

Si la idea de hacer terapia es reequilibrarnos y llevar una existencia sin sobresaltos debemos entonces desmenuzar cómo fueron esos primeros sustos.

 

Hoy por hoy, la tecnología muestra fetos de 15 semanas sensibles a la estimulación externa hasta tal punto que reconocen músicas, se repliegan ante la agresión de una amniocentesis o como un segundo feto llega a esconderse detrás del primero ante un examen rutinario con el ecógrafo.

 

Una aguja que se acerca para sacar líquido para verificar si hay anomalías cromosómicas o ultrasonidos constantes para ver a un bebé en un monitor o los ruidos de la vida moderna son sobresaltos, al igual que el exceso de  ingesta de azúcar, el tabaco, alcohol, fármacos o los gritos o tensiones de compañeros de trabajo, jefes, familiares con ideas propias de cómo han de ser las cosas…  seguro que todos podemos imaginar un interminable etcétera de escenarios condicionantes para un feto.

 

Los bebés están expuestos a un sinfín de sobresaltos y lo más importante es que ya extraen conclusiones sobre el mundo. Todo lo que ocurre durante el Guión de Nacimiento nos afecta.

 

No es lo mismo venir de un acto de amor que de una violación, ni que pensasen en abortarnos, ni que la situación familiar fuese conflictiva o un embarazo moderno constantemente monitorizado, ni nacer de manera natural en lugar de por cesárea o anestesiados por una droga como la epidural. Luego nos extrañamos de las conductas adictivas pero nuestros hijos ya vienen con un coctel químico incorporado y todo por no saber cómo manejar nuestras emociones, el miedo sobretodo.

 

Esta es la principal razón por la que las mujeres ceden su libertad y su poder. Heredamos patrones de miedo y demasiado pronto se nos domestica con la razón y la constante guillotina que supone ese sentimiento paralizador. Sobre ese promontorio se establecen los protocolos hospitalarios que no velan por la mujer y el bebé en su conjunto descartando así las prácticas más beneficiosas para que los alumbramientos sean menos invasivos.

 

Con este panorama como no van a extraer los bebés conclusiones negativas sobre cómo funciona el mundo:

 

  • “No soy bienvenido”
  • “No puedo confiar en los demás”
  • “Soy culpable”
  • “No merezco amor”
  • “No soy digno de un buen trato”
  • “No soy importante”
  • “No puedo hacer las cosas por mí mismo”
  • “Mi presencia acarrea dolor, pesar, miedo o discusión”
  • “Soy del sexo equivocado”
  • “No valgo lo suficiente”

 

El bebé, en su ignorancia extrae conclusiones no desde el lenguaje sino en base a lo que tiene: sus sentidos. Éstos le informan de constantes agresiones físicas, químicas, emocionales, sensoriales y hasta intelectuales. Así se repliega, se da la vuelta, vienen de culo, se encojen, mueven y muestran su conformidad o disconformidad con lo que ocurre fuera. Son sensibles y viven fusionados a las emociones y psiquismo de la madre. ¿Por qué entonces ignorar una fuente tan rica y determinante de información? Los psicólogos debemos aprender más y no tener miedo de un periodo tan decisivo en la vida del paciente.

 

Por todo esto un bebé decide pronto como funciona el mundo y siente estos hechos como verídicos y así se forma lo que en Rebirthing conocemos como “la Mentira Personal” que no es otra cosa que el pensamiento o creencia más negativa que tenemos sobre nosotros mismos.

 

Lo grave es que el resto de nuestra vida viene definido por esta “Mentira Personal” y así buscamos en las relaciones, en los trabajos y en cómo nos manifestamos en el mundo la confirmación o negación de esta creencia. Por lo general su manera de operar es inconsciente y así nos pasamos la vida sin saber que el motor que la rige es una creencia que es falsa. El trabajo en Rebirthing consiste en detectarla para conseguir disolverla.

 

Por ejemplo, si al no ser deseado o buscado o al ser agredido con pruebas protocolarias que el feto no entiende, o recibir la nicotina del tabaco, o separado nada más nacer por comodidad para dormir la primera noche de parto y mandar al bebé al nido, se puede extraer la conclusión de “no soy amado” y de este modo ese bebé solo tiene dos opciones en su vida:

 

  • Confirmar esa teoría: casos de disociación emocional típica de los hombres que les cuesta estar en contacto con sus emociones, en situaciones de intimidad, llegando a elegir profesiones, amigos o parejas que les confirmen estas ideas; niños etiquetados como buenos porque no lloran cuando a menudo están deprimidos, perfiles de desconfianza por lo que les cuesta obedecer a unos progenitores en los que sienten que no velan por su integridad física y emocional.
  • Negar la teoría: usando la sobrecompensación buscan constantemente el amor vía aprobación, atención y así son buenos, correctos, esforzados, generosos, buscadores de amigos y parejas, que son los que siempre llaman, se ofrecen, ajuntan y se ofenden cuando no hay reciprocidad de trato o no son correspondidos. Son casos donde suelen elegir una profesión donde sean amados, aclamados o considerados favorablemente por su entorno.     

 

En realidad la mayoría de las personas que no han resuelto su mentira personal suelen oscilar entre ambos perfiles en un intento inconsciente de encontrar el equilibrio en nuestras vidas.

 

Esto explica aquello de “lo que no podemos ver en nosotros es lo que no soportamos en los otros” (la gente disociada sobre la gente cariñosa) o también esos perfiles de éxito en los ambientes más humildes (sobrecompensan el “yo no soy digno o merecedor” con una energía que niegue esa premisa llegando a cosechar grandes éxitos) o de auto sabotaje dentro de los más elitistas donde se puede vivir el “soy culpable” y se pierde una fortuna en una sola generación por pensar que el dinero fue el sustituto del amor paterno y la manera de restaurarlo inconscientemente es la de perderlo.

 

Con ánimo de desentrañar estas “Mentiras Personales” que suelen cristalizar en nuestro “Guión de Nacimiento”, el Rebirthing se postula como una herramienta de trabajo útil, práctica, reveladora y sobretodo sanadora. Con este fin el Rebirthing emplea principalmente la respiración y la psicología creadora como piedra filosofal para desentrañar el misterio de por qué somos como somos y lo hace con notable éxito. Los que se aventuran en este camino suelen llevarse más de una sorpresa con un estilo de trabajo realmente novedoso, vanguardista y restaurador del psiquismo y de las emociones.

 

Javier de Domingo

Psicólogo / Rebirthing

javierdedomingo@gmail.com

 

Del útero al mundo: el viaje que conforma nuestras vidas

Vídeo súper interesante que explica de manera clara y concisa la importancia del guión de nacimiento en nuestras vidas, uno de los principales focos en la técnica de crecimiento personal y respiración consciente de Rebirthing-Renacimiento.


 

Como renacedora:

 

 - doy sesiones individuales de Rebirthing- Renacimiento en Barcelona y Pamplona

 

- ofrezco procesos intensivos de Rebirthing- Renacimiento en Pamplona

 

- soy directora y docente de la Formación Integral y la Profundización Profesional de la Escuela de Rebirthing Renacer a la Pulsión.