Curva emocional musical para la cuarentena

Durante esta cuarentena me imagino que estarás pasando por un montón de distintas emociones: rabia, miedo, tristeza y quizá también alegría. Emoción significa "energía en movimiento", e-movere, así que te propongo hacer un viaje musical basado en la curva de las emociones que publicaba un artículo de El País hace poco. Puede que ya hayas pasado todas las fases, o puede que todavía estés atascada/o en alguna de ellas. Estés donde estés, te invito a levantarte y dejar que tu cuerpo las transite a través de la música.

 

Esto lo hice el sábado pasado en un Círculo de Mujeres online y fue súper liberador y reparador.

Así que ya sabes:

arriba de la silla,

dale al play

y a entregarte a cada emoción en el cuerpo para poder digerirla antes.

Buen viaje :-)


1. Llamada: “Hay un virus en China”

Ese fue el comienzo. Toda llamada a la aventura puede ser de dos tipos, como dice paradójicamente la medicina tradicional china: llamada del cielo, cuando es algo deseado, o llamada del trueno, cuando no lo buscamos y rompe nuestros esquemas. El coronavirus pertenece a las llamadas del trueno para la mayor parte de los mortales. Pocos esperaban que sucediera.

2. Negación: “Esto no va a ocurrir aquí”

La negación es una fase habitual en casi todos los cambios no deseados. Se trata de la más difícil de asimilar. Nunca creemos que nos vaya a afectar a nosotros. Nos llenamos de excusas, como que China está muy lejos o que solo es una gripe más, y nos olvidamos de las evidencias: de que el mundo está globalizado, incluso hasta para las enfermedades, o que estas pueden resultar tan contagiosas que pueden colapsar el propio sistema. Durante el periodo de negación, cuando nos damos cuenta de que sí nos puede afectar, podemos desarrollar una variante: la ira o la rabia. Nos enfadamos con el sistema, con la falta de medidas que toman las autoridades, con los eventos deportivos, manifestaciones o reuniones que nos han expuesto al contagio. El enfado hay que pasarlo, tengamos razón o no. Si nos quedamos en esta fase, estamos perdidos, porque desaprovecharemos la oportunidad de aprendizaje que existe ante cualquier crisis.

Rabia: "¿Por qué no se han tomado medidas?

3. Miedo: “¿Qué nos va a pasar?”

Esta es la emoción más profunda y paralizante que existe. Hay un miedo sano, que es la prudencia, que nos obliga a protegernos y a quedarnos en casa. Y existe otro, el miedo tóxico, que nos lleva a la histeria colectiva, a las compras compulsivas o a no dormir por las noches. El miedo es otra fase que tenemos que transitar rápidamente. Es inútil dejarse vencer por la emoción, que en muchas ocasiones llega a ser más contagiosa que la propia enfermedad. Posiblemente, porque nos daña profundamente y nos vacía de la posibilidad de afrontar la crisis desde la mentalidad positiva del cambio, el sentido común y la fuerza.

4. Travesía por el desierto: “Estoy triste y soy vulnerable”.

 “Estoy triste y soy vulnerable”. Ya no hay miedo ni rabia, solo desazón y tristeza en estado puro. Estamos abatidos por las cifras de enfermos y fallecidos, conocemos personas afectadas o lo estamos nosotros mismos. Es un momento de aceptación pura de la realidad. En la crisis del coronavirus, la travesía por el desierto hay que afrontarla. La mentalidad positiva sin tocar el desierto es falsa y temporal (excepto para quien vive en el positivismo artificial constante o tiene problemas con la empatía, que no deja de ser negación). La buena noticia es que los desiertos también se abandonan. Nos podemos quedar atascados en la rabia o en la negación, pero la mayoría de las personas, tarde o temprano, conseguimos remontar la tristeza.

5. Nuevos hábitos y confianza. Una vez aceptada la realidad comienzan los nuevos hábitos y la confianza en nosotros mismos.

Normalizamos la realidad. Si estamos recluidos, encontramos los aspectos positivos. Nos ofrecemos a ayudar a otros desde la serenidad y no desde el miedo; nos reímos de la situación y, lo más importante, nos abrimos al aprendizaje. Cuanto más nos esforcemos en ver qué aspectos quiere enseñarnos esta nueva crisis, más rápido podremos atravesar la curva del cambio.

6. Fin de la aventura. El coronavirus ha pasado y soy más fuerte.

Esta crisis será historia, como todas. Vendrán otras, nuevos problemas, y eso significa que estamos vivos. Si hemos sido conscientes del proceso y hemos aprendido como personas y como sociedad, habrá valido la pena, a pesar de las numerosas

Y mientras llega el final de esta crisis...

Y mientras llega el final de esta cuarentena y mientras transitas las distintas fases emocionales, te deseo que te puedas decir como en esta canción:

¡Todo irá bien!

Y si me necesitas silba ;-)

 

Si sientes que durante este tránsito de fases emocionales puedes necesitar apoyo, estoy a tu disposición con sesiones online de:

  • Registros Akáshicos: si necesitas un bálsamo para el alma que te oriente en este tiempo
  • Respiración Consciente de Rebirthing: si quieres darte un respiro de tanta presión mental, corporal y emocional, la respiración es la mejor vía de liberación e integración de emociones que conozco
  •  Constelaciones Familiares: si sientes que hay patrones limitantes en tu vida que no te permiten vivir en plenitud