Proceso Hoffman

El Ferrari del crecimiento personal

Leí una vez acerca del Proceso Hoffman que era el "Ferrari de los cursos de crecimiento personal" y me hizo mucha gracia. A mi vuelta del proceso, además de gracia considero que tiene razón. 

 

Hay mucha información en el Instituto Hoffman España.

 

Hagas o no hagas el Hoffman es interesante leer el documento Amor negativo de Robert Hoffman.

 

En el Hoffman vi muchas cosas y se me removieron mucho los cimientos. La semana del Hoffman fue muy intensa. Fue como si me hubieran puesto una pulserita en el parque de atracciones y me hubieran llevado por las distintas atracciones guiada por alguien que sabía en qué orden y cómo había que montarse en cada estación.

 

Así que me llevaron...

al túnel del terror donde vi de frente a los fantasmas,

a la casa magnética donde las paredes se derriten,

a la sala de los espejos donde me vi en todos los extremos de mis deformidades,

al circo donde disfruté y soñé,

al patio de juegos donde me reí,

al burguer donde me puse las botas,

al barco fantasma donde el suelo nunca es firme,

a la montaña rusa donde la calma siempre es pasajera,

a la noria desde la que se pueden observar las cosas con distancia,

a la tómbola donde lo que te toca es lo que necesitabas,

a las colchonetas donde aprendes a estar bien arriba y abajo y a seguir saltando

y al laberinto de cristal donde crees que todo lo ves y en realidad te puedes topar con barreras infranqueables si no te andas con ojo.

 

 

En fin, que tras una semana en el parque de atracciones del Hoffman estuve un poco descentrada. Pero como nada es eterno en el parque de atracciones cósmico, con el tiempo me fui calmando e integrando lo aprendido en el túnel del terror, en la casa magnética, en la montaña rusa y en el resto de atracciones. A veces, cuando dudo de si estuve en tantos sitios, repaso mis apuntes que me aseguran que todo eso lo viví y lo llevo en mis células. 

 

 

Para mí el Hoffman es un regalo que, si te decides a dártelo una vez en la vida, hace que no te arrepientas nunca de haberlo hecho.

 

 

Hoffman reloaded

Más de tres años después

Conduciendo de vuelta a casa tras pasar una semana como observadora del Proceso Hoffman, en el coche empecé a escuchar una canción que iba cobrando más sentido cuanto más la escuchaba... y tanto fue así que reproduje el audio unas cuantas veces :-)

 

Es la canción de Jorge Drexler "Todo se transforma":

 

Esta canción, para mí, es muy hoffmaniana pues me recuerda que hasta que no ganamos consciencia no podemos dar lo que no recibimos de nuestros padres cuando fuimos pequeños. También que, a su vez, eso mismo les pasó a ellos con sus propios padres. Pero que llega un momento en el que puedes decidir/ permitirte dar desde ti mismo/a y entonces comenzar a recibir desde otro lugar, transformando el amor negativo en amor positivo:

 

Cada uno da lo que recibe

y luego recibe lo que da,

nada es más simple,

no hay otra norma:

nada se pierde,

todo se transforma.

 

En esta línea me encanta este texto de Eva Pierrakos: El círculo vicioso del amor inmaduro.  

 

Mientras escuchaba esta canción una y otra vez, recordaba el Hoffman que había podido experimentar como observadora y el Hoffman que había vivido como alumna hacía más de tres años. Y las escenas de causalidades y aprendizajes se sucedían de tal modo, que me llegué a descubrir jugando a las siete diferencias entre mi viaje de vuelta del Hoffman en noviembre de 2010 y el de febrero de 2014. La verdad es que eran un montón de diferencias y las siete se quedaron cortas, y es que tres años de postoperatorio hoffmaniano dan para mucho.

 

Me gustaría agradecer a Luis Fernando y a María Cámara, del Instituto Hoffman España, por darme la oportunidad de repetir esta experiencia desde una nueva perspectiva. A todos los alumnos por permitirme y acogerme como observadora de sus procesos. Aprendí muchísimo de cada uno de ellos. A Albert, Cristina y Luis Fer, mis profesores de mi primer Hoffman. A todos mis compañeros de mi primer Hoffman. A Bob Hoffman por haber desarrollado este proceso que cuanto más lo conozco más me fascina. A todas las personas que me han acompañado en este tiempo. Y a mí misma, por haberme permitido vivir todo lo vivido, experimentar todo lo experimentado, sentir todo lo sentido, aprender todo lo aprendido.

 

Más info sobre el Proceso Hoffman

Es interesante leer el texto de Bob Hoffman: Amor negativo