Tú eres la fuente de la Luz

Un sabio recordatorio de tu Yo del futuro

 

Me encanta compartir la carta de una clienta a su yo del futuro. Mentxu hace sesiones online de Rebirthing conmigo y está ha sido una de las tareas que le propuse en su proceso. Gracias Mentxu por permitirme compartirla en público.

 

Si quieres saber más sobre las sesiones online de Rebirthing conmigo: https://www.vivirdesdelapulsion.com/servicios/respiracion-y-rebirthing/sesiones-individuales-de-rebirthing/

 

Un abrazo respirado,

Noemí

 

Mi querida Mentxu del 2021,

Me han invitado a escribirte y así lo hago. En mi teléfono móvil, esta es la fecha que aparece: 28.11.2023. Por tanto, ahora mismo compartimos espacio, aunque no tiempo. Estoy segura que, a ti, que tanto te gustan las historias de ciencia ficción, te encantará recibir esta carta de tu yo futuro. Cuanto menos te despertará curiosidad, aunque quizá también te nazca cierta desconfianza. Soy consciente, porque he estado donde estás ahora, que no te resulta fácil pensar en el futuro, porque de la mano de ese pensamiento siempre viene el miedo, compañero infatigable en la historia de nuestra vida.

 

Quiero recordarte que estás en un momento importante de tu vida. Tú ya lo sabes, lo intuyes, lo sientes dentro, por eso simplemente yo me limito a recordártelo, para que no caigas en la tentación de olvidarlo, de dejarte arrastrar por esa fuerza poderosa empeñada una y otra vez en sacarte del camino de la luz y devolverte al camino de las sombras. Mentxu, cree, confía. Cree en ti, confía en ti. Y cree en la Vida, en Dios, en la Madre divina, en la energía vital y amorosa del Universo de la que formas parte. Al final, lo menos importante es el nombre que le des. Sé que con el tiempo encontrarás el apropiado para ti. Lo importante es que lo creas, no desde la mente racional sino desde el corazón, porque tu corazón es capaz de creer si se lo permites. Siente, Mentxu, permítete sentir en tu corazón el latir del universo, la vida que fluye, la energía vital, el amor, porque esa es tu esencia, desde siempre y para siempre.

 

Estoy tranquila porque sé que estás muy bien acompañada. Y, aunque nadie puede recorrer por ti el camino, la Vida te ha regalado una guía. Porque, ni en mil vidas que hubiéramos vivido, habríamos encontrado la maestra adecuada si la Vida no nos la hubiera puesto en el camino. La maestra aparece cuando la alumna está preparada, y tú lo estás, no tengas dudas. Estás inmensamente agradecida por este regalo recibido y, no solamente tienes motivos para estarlo, sino que tienes todo el derecho a sentirte así y a darte permiso para expresarlo. 

 

Pero también debes darte a ti misma las gracias, porque, aunque haya sido a trompicones, aunque haya sido como participar en uno de esos reality shows de supervivencia llenos de retos, has llegado hasta aquí. No sin heridas, no sin cicatrices, no sin muchos sufrimientos, muchos miedos y muchas soledades, sintiéndote tantas veces a la intemperie, sola, vulnerable…; pero estás aquí. Y no de cualquier manera. Estás aquí, herida, sí, pero no vencida. Estás aquí, asustada, sí, porque sientes que la oscuridad te rodea cual agujero negro que quisiera absorberte y hacerte desaparecer, pero no cierras los ojos, ni escondes la cabeza, sino que buscas, buscas una y otra vez la luz que disipe la oscuridad. Y cuando una cerilla no ha sido suficiente, has encendido una vela; y cuando la vela se ha consumido y no ha sido suficiente, has seguido buscando, no te has rendido. Y ahora estás aquí, sorprendida porque de pronto has descubierto que hay algo más que esas cerillas y velas de las que tantas veces has echado mano y que, por un breve espacio de tiempo, han iluminado tu existencia para terminar apagándose, consumidas por una oscuridad más fuerte que la luz que ellas te podían ofrecer.

 

Sí, Mentxu, mi querida Mentxu, has vislumbrado la fuente de la luz, la única capaz de iluminar para siempre tu oscuridad. Y está dentro de ti, es parte de ti. Ya no tienes que buscar fuera sino dentro. Todo lo que necesitas está dentro de ti. Créetelo, Mentxu, cree y confía. Sé que tienes miedo, miedo a fracasar, miedo a no merecer la luz y el amor del universo. Sé que tienes miedo a abandonar la casa oscura, porque es “tu casa”, la que siempre has conocido, la que has creído que merecías habitar, aunque en ella te sientas sola, abandonada, silenciada, indigna de ser amada y salvada. Tienes miedo de querer salir de ahí y ser castigada por ello. Tienes miedo a creer que puedes salir de ahí y terminar comprobando que no es así. Tienes miedo a VIVIR porque sientes que no tienes derecho a quererlo, a pedirlo y mucho menos a exigirlo.

 

Mentxu, sé que tienes miedo. Y es normal que lo tengas. Pero quiero que contemples tu vida y observes cómo el miedo nunca ha logrado consumirte del todo, aunque a cada paso hayas sentido el vértigo de creer que te engullía.

 

Mentxu, mi querida Mentxu, soy consciente de que, mientras lees esta carta, hay dentro de ti una especie de guerra civil, una guerra “mentxucida”. Te has identificado tanto con ella que tienes miedo a perderte e incluso a desaparecer si se acaba. Y algo dentro de ti intenta boicotear una y otra vez cualquier posibilidad de firmar la paz, porque siente que acabar con la guerra sería acabar con el sentido de su existencia. Pero no es así, porque llevas toda tu existencia luchando en una guerra que no es la tuya aunque te hayas mimetizado con ella. Tu misión en la vida no es diluirte en esa guerra, ni cargar con los muertos y heridos del camino. Tu misión en la vida es florecer, porque eso eses tú, Mentxu, una bella y delicada flor, llena de energía, de vida, de amor para abrazarte a ti y a todos y a todo.

 

Mentxu, mi querida Mentxu, soy tu yo del futuro y me permito decirte lo que tu miedo no quiere oír:

Cógelo, ve por él. Suéltate, inténtalo. Mírate, creételo

Sal de ahí, afróntalo. Ciérralo, déjalo ir. Confía en ti.

Sálvate, exígelo. Cámbialo, atrévete.

Sí que puedes, no te digas que no. Porque sí que puedes.

Sí que puedes virar el rumbo y tirar lo que sobra. Estás cerca porque en vez de mirar al suelo has echado a caminar. Sí que puedes alcanzarlo, mira, lo tienes delante. Puedes dar un paso y otro y otro más. Casi lo tienes. Échale ovarios.

No te deseo suerte, no hace falta. Porque sí que puedes, no te digas que no. Sí que puedes.

 

(Es parte de la letra de una canción del Kanka: https://youtu.be/fgTb2xLQYk4)

 

Para ti, Mentxu del 2021 y para la pequeña Mentxu que está deseando que la cojas en tus brazos y la traigas hasta aquí, donde yo o espero con amor.

 

Os quiero,

Mentxu 2023