Cuando hace un tiempo empecé a escuchar un disco de Jorge Drexler, hubo una canción, 12 Segundos de Oscuridad, que me perturbó desde la primera vez que la escuché... Me gustaba y, sin embargo, había algo que rechazaba o a lo que me resistía cuando oía:
no es la luz
lo que importa en verdad
son los 12 segundos
de oscuridad
Y volvía a escucharla, y volvía a resistirme a aceptar que esos 12 segundos de oscuridad son importantes, más importantes incluso que el fogonazo de luz. Y seguía resistiéndome hasta que recordé un texto de Annie Marquier en el que explica que tanto las fases de expansión como de contracción son necesarias en el proceso de crecimiento personal:
Así pues, los períodos difíciles de contracción son esenciales, es cuando se acepta y se asimila lo que se ha recibido durante la expansión. Hay muchas personas que se detienen al llegar a este momento del camino, se desaniman pensando que han fracasado, creen que sus esfuerzos han sido inútiles y que la transformación es inaccesible o utópica. Por eso tiene uno que estar enterado de lo que ocurre, para saber reconocer esos períodos y poder vivirlos con paz y tranquilidad, sin tratar de forzar las cosas, sabiendo que llegará una expansión mayor en el momento adecuado. Leer más...
Y ahí estaba la clave, Drexler lo decía:
12 segundos de oscuridad
para que se vea desde alta mar
de poco le sirve al navegante
que no sepa esperar.
Así que era una cuestión de paciencia y confianza. Pero ay! de los momentos en plena tempestad... Para esos momentos, momentos con miedo, me ayudan canciones como la de Battiato de La sombra de la Luz que dice:
Defiéndeme de las fuerzas contrarias,
en el sueño nocturno cuando no soy consciente,
cuando mi sendero se hace incierto.
Y no me dejes nunca más,
no me dejes nunca más.
Así, que te deseo que la próxima vez que tu faro te muestre los 12 segundos de oscuridad lo puedas llevar como los navegantes experimentados, con confianza y aplomo. Yo, por si acaso, me dejo cerca estas canciones para recordármelo :-P
Leer también: Sobre el miedo
'12 Segundos de Oscuridad' Jorge Drexler
Gira el haz de luz
para que se vea desde alta mar
yo buscaba el rumbo de regreso
sin quererlo encontrar
Pie detrás de pie
iba tras el pulso de claridad
la noche cerrada, apenas se abría,
se volvía a cerrar.
Un faro quieto
nada sería
guía, mientras
no deje de girar
no es la luz
lo que importa en verdad
son los 12 segundos
de oscuridad,
12 segundos de oscuridad
para que se vea desde alta mar
de poco le sirve al navegante
que no sepa esperar.
Pie detrás de pie
no hay otra manera de caminar
la noche del Cabo
revelada en un inmenso radar.
Un faro para,
sólo de día,
guía, mientras
no deje de girar
no es la luz
lo que importa en verdad
son los 12 segundos
de oscuridad,
12 segundos de oscuridad,
12 segundos de oscuridad,
para que se vea desde alta mar..
La Sombra De La Luz
Defiéndeme de las fuerzas contrarias,
en el sueño nocturno cuando no soy consciente,
cuando mi sendero se hace incierto.
Y no me dejes nunca más,
no me dejes nunca más.
Devuélveme a las zonas más altas,
a uno de los reinos de calma.
Es tiempo de escapar de estos ciclos de vidas.
Y no me dejes nunca más,
no me dejes nunca más.
¿Por qué los gozos del más profundo afecto
o del anhelo más sutil de pulso
sólo son la sombra de la luz?
Recuérdame lo infeliz que me siento
lejos de todas tus leyes.
¿Cómo no malgastar el tiempo que me queda?
Y no me dejes nunca más,
no me dejes nunca más.
¿Por qué la paz de ciertos monasterios
o la armonía vibrante de todos mis sentidos
sólo son la sombra de la luz?